No podemos dudar de que el hecho de la multiculturalidad exista. Además de existir es un tema que ha tomado importancia en los últimos años.
Pero, lo que muchas personas ignoran es su concepto y lo que comporta. Así mismo, existe una gran confusión entre los términos multiculturalismo y multiculturalidad. La multiculturalidad hace referencia a la diversidad cultural, de religión, de origen nacional y de color de piel. Sin embargo el multiculturalismo hace referencia a la política multicultural. En este sentido, una sociedad multicultural, es pues aquella en la cual hay una pluralidad cultural, religiosa, de colores de piel y de orígenes nacionales, dónde hay unas mayorías culturales y unas minorías culturales, sean de origen autóctono o bien inmigrante.
El multiculturalismo parte del hecho de la existencia de diferentes grupos culturales que se hallan en contacto con otros que reclaman una visibilidad en la sociedad como tales y una determinada presencia pública. En definitiva, supone reconocer el derecho a la diferencia cultural lo cual debería generar el diseño de unas políticas de la diferencia. Sin embargo existen diferentes argumentaciones que son una objeción a este derecho. Las objeciones son las siguientes:
Primera. Que el hecho de pertenecer a una etnia se debe mantener en la esfera privada porque reivindicar los derechos colectivos y amenazar a la autonomía individual
Segunda. Que pueda ser una forma de fomentar la exclusión y que se pueden crear guetos
Tercera. Potenciar la interrelación de las culturas en un mundo móvil y la coexistencia en el respeto puede frenar la constitución de identidades.
Autores como Xavier Etxebarría, catedrático de Ética en la Universidad de Deusto, apuestan por el hecho que la segunda y la tercera opción podrían derivar en el denominado intercultural ismo. El intercultural ismo pues sería la relación entre los diferentes grupos étnicos. Para otros autores, como Xavier Torrens, profesor de Ciencia Política en la Universidad de Barcelona, la diferencia entre multiculturalismo e interculturalismo es simplemente una cuestión de origen de nombre. La palabra multiculturalismo proviene del mundo anglosajón, investigando en Canadá, y sin embargo el nombre interculturalismo es cómo se ha de denominado al multiculturalismo en Francia.
Desde el interculturalismo, entendido como la primera definición dada, se va más allá de los deberes y derechos del multiculturalismo, y se plantea:
Apreciar la diversidad cultural como expresión pluriforme de la humanidad
Que todas las culturas tienen valores y capacidades con las que podemos entrar en contacto
Destaca Etxebarría que hay multiculturalistas que argumentan contra el interculturalismo que en la práctica de discursos y movimientos hay también un desequilibrio de poder entre los diferentes grupos y esto puede llevar a un asimilacionismo. Pero Etxebarría argumenta que el interculturalismo real va más allá de la asimilación, dónde una cultura absorbe a otra.
Es destacable el hecho de que en el movimiento feminista también se reflexiona sobre la multiculturalidad desde el punto de vista de que existe una constante asimilación al modelo masculino y occidental lo cual implica que se vean las diferencias culturales como inferiores.
